Reflexología: Aprende a realizar un placentero masaje de pies

La vida de estrés actual supone una carga adicional a nuestros quehaceres habituales, trabajo, casa, familia…Cuando acabamos el día sentimos en todo nuestro cuerpo y en especial en nuestros pies ese esfuerzo acumulado. Existe una disciplina ascentral llamada reflexología, que nos va a ayudar a descargar toda esa tensión acumulada. ¿Qué mejor manera que acabar nuestro duro día que relajándonos con un buen masaje de pies?

La técnica que a continuación os procedemos a presentar, se basa en la estimulación de unos puntos reflejos que, aunque los tenemos distribuidos por todo el cuerpo, en este artículo nos vamos a centrar en los pies. Como habréis podido intuir esta técnica es una especialización de otra mucho más conocida, que es la acupuntura. Estos puntos reflejos como su nombre bien indica, son áreas del pie que cuando son estimuladas tenemos una respuesta, no solo en este punto, si no en otra zona del cuerpo, normalmente un órgano vital de nuestra fisonomía con el que está relacionado. Podremos obtener beneficios tanto a nivel de aliviar molestias dolorosas, como al de prevención de futuras enfermedades. Una anécdota de la medicina china que es en la que se basa esta técnica, es que antiguamente los doctores tenían una serie de pacientes que solo les pagaban si no enfermaban, es decir, la base era la prevención, no como en nuestra medicina actual a la que acudimos si ya nos encontramos enfermos.

Reflexología: Como dar un agradable masaje en los pies a una mujer o un hombre

REFLEXOLOGÍA – MAPA DE UBICACIÓN DE LOS PUNTOS EN LOS PIES PARA EL MASAJE

Se ha comprobado la efectividad de este tipo de masajes en multitud de pacientes que han descrito su mejoría a distintos niveles, como por ejemplo:

• El primero y más habitual, es la relajación que sentimos.
• El segundo, un decremento del dolor en la zona sobre la que actuemos.
• Tercero, una bajada en los parámetros de medida de la hipertensión.
• Y en cuarto lugar y no menos importante, un mayor control de nuestro estrés diario y ansiedad.

Empecemos con el masaje

ANTES DE EMPEZAR: DATOS A TENER EN CUENTA

Higiene en manos y pies antes de comenzar y al finalizar el masaje, con agua y un jabón de PH neutro preferiblemente.
Se puede usar para una menor fricción al realizar el masaje, una crema de masaje con aceite de almendras o algún aceite con esencias especiales.
Sesiones de un cuarto de hora, dos o tres veces a la semana, nos proporcionarán los beneficios esperados.

EJECUCIÓN DEL MASAJE DE REFLEXOLOGÍA EN LOS PIES

Nuestros pies son el punto de apoyo que usamos durante todo el día, has de saberlo para poder ayudarlos mediante esta técnica y ofrecerles los cuidados que necesitan.

1. Sonidos de relax ambientales.

Para conseguir aumentar el nivel de relajación del paciente sobre el que vas a trabajar, es muy recomendable el uso de músicas suaves o sonidos de la naturaleza que nos provoquen un estado de paz interior y consigan empezar a hacernos sentir mejor.

2. Usa ambientadores con aromas agradables.

Inhalar el olor que desprende un incienso, una vela aromatizada o un pebetero con algún aceite esencial es mandarle un mensaje a nuestro cerebro indicándole que nos hallamos en un entorno tranquilo y placentero. Nuestro cuerpo responderá a ese estímulo relajándose y empezando a disfrutar del momento.

3. Posicionamiento ergonómico.

La postura que elijas es esencial para que aguantéis sin molestias, tanto tú, como tu paciente, el tiempo recomendado y necesario para que el masaje tenga los efectos deseados.

4. Usa presión en la zona a tratar.

Para comenzar debes fijar el pie con una de tus manos y con la otra empieza a presionar con tus dedos, principalmente el pulgar, aunque también puedes usar algún otro como el índice o el medio si te es más cómodo. Presionarás no con mucha fuerza y el movimiento debe ser el contrario al de las agujas del reloj, es decir, movimientos giratorios hacia la izquierda, como hemos dicho anteriormente y se ve en el mapa, estos movimientos tendrán un reflejo en distintos órganos de nuestro cuerpo.

5. La dirección del masaje debe ser desde los dedos hacia la parte posterior del pie.

Empezaremos el masaje en los dedos, realizaremos movimientos circulares en los mismos, presionando y recorriendo los dedos por todas sus partes, anterior, posterior y lateral. Seguiremos con los movimientos de presión avanzando hacia el talón, por toda la extensión del pie. Cuando vayamos realizando el masaje por la reacción del paciente, iremos notando zonas de especial sensibilidad o incluso dolor, esto nos indicará que en los órganos reflejos existe algún tipo de problema a tener en cuenta.

6. Repetimos el mismo proceso en el otro pie

El mismo masaje debemos realizarlo en el otro pie también.

7. Debemos estar atentos a las zonas que reflejen dolor

En las zonas o puntos en los que se note dolor, debemos seguir masajeando circularmente, utilizando una presión suficiente y constante, con la que el paciente sienta dolor al presionar, pero se le alivie el mismo al levantar el dedo de la zona. Debemos ser conscientes del punto de máximo dolor para realizar el movimiento giratorio en él y conseguir ese efecto de dolor-alivio antes mencionado.

8. Realiza una nueva pasada por toda la planta.

Haz lo mismo que hemos explicado una segunda vez en todo el pie, empezando por los dedos y acabando en el talón.

9. Zona lateral y superior del pie y maléolos o tobillos

Aunque los puntos reflejos en esta zona sean menores, recomendamos acabar el masaje, realizando los movimientos circulares en la zona del empeine y el tobillo del pie .

10. Es mejor no excederse con el masaje

Es siempre más efectivo una repetición del masaje durante el tiempo mencionado, en días alternos de un cuarto de hora aproximadamente, que no estar el mismo día el doble de tiempo o más, pues el cuerpo y sus terminaciones nerviosas tienen un tiempo en el que se puede trabajar sobre ellos, pasado el cual, ya no será efectivo el masaje e incluso puede ser perjudicial.

11. El último punto es volver a fijarnos en los puntos dolorosos

Y antes de acabar el masaje, debemos repetir una última vez los movimientos en las zonas dolorosas, pues pueden ser zonas con una especial necesidad curativa. Lo haremos presionando y realizando movimientos contrarios a las agujas del reloj durante un par de minutos como máximo.

En este punto daremos por finalizado el masaje, esperando que haya sido todo lo relajante y curativo que se pudiera esperar.